Carnes rojas y embutidos, sin alarmismos

El anuncio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre el consumo de las carnes rojas y procesadas ha levantado una gran polvareda. La OMS considera que la carne procesada (salchichas, embutidos o hamburguesas) aumenta el riesgo de sufrir cáncer. E incluye estos productos en el mismo cajón que el tabaco, el alcohol o el plutonio. Incluso han ido más allá, pues aseguran que las carnes rojas también puede ser “carcinógenas”. ¡La polémica está servida!

 

Pero en una sociedad como la nuestra, donde la dieta mediterránea está en nuestro ADN (o debería), anuncios como éste no nos dejan indiferentes. Lo más importante es, ante todo, no caer en el alarmismo, puesto que el propio estudio hace una serie de aclaraciones, que generalmente obvian los medios de comunicación, pero que de saberse ejercerían un efecto balsámico. Una de las doctoras que ha realizado el estudio, matiza entre los titulares que vienen apareciendo estos últimos días; apuntando que los riesgos y daños que pueda provocar la carne son mínimos, y siempre dependerá de la cantidad consumida. Así pues, todos deberíamos simplemente considerar como una recomendación disminuir el consumo global de este tipo de carnes, recomendación que sin embargo, no es nueva, pero en ningún caso ser radicales y eliminarlas, puesto que en ellas también hay beneficios.

 

Y es que también otros estudios indican los beneficios de carnes procesadas como el jamón ibérico. ¿Sabías, por ejemplo, que el jamón ibérico nos aporta hierro, vitaminas y minerales esenciales y que es bueno para nuestro sistema cardiovascular? De hecho, una investigación reciente del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, acababa con los tres mitos relacionados con su consumo: ni engorda, ni eleva los triglicéridos ni tampoco la tensión arterial. Y lo más importante es que se ha demostrado que mejora uno de los termómetros de la salud vascular: el endotelio, el tejido que tapiza nuestras arterias.

 

En definitiva, ningún alarmismo es bueno, ni saludable, es más, incluso nos puede provocar estrés y ansiedad ¿no crees?